El firmamento a nuestro alcance – y las claves para orientarse en él – fue el objetivo de este profesor, Francisco Hidalgo, Catedrático de Geografía e Historia, cuando lo realizó allá por 1905.
Y fue su segundo planisferio celeste, el primero, – pintado también al óleo 10 años antes y con firma incluida – está en el instituto Aguilar Eslava de Cabra. Dibuja su cielo nocturno en el solsticio de invierno.
Cuando se traslada a Córdoba decide renovar a mayor escala el desafío y he aquí el resultado. ¿Lo has visitado? Está en el Instituto Góngora.. pero ¿en qué aula actual??
¿Sabes que solo hay (que nos conste) 2 en toda España?
Lo hizo de manera altruista «por puro placer y un mejor aprovechamiento de los alumnos» como explica de su puño y letra en el plano (a ver si lo encuentras)
Siguió las recomendaciones de congreso pedagógico con motivo del IV centenario del Descubrimiento de crear bóvedas celestes para «mejorar la enseñanza de la geografía astrónomica sirviéndose de cúpulas para representar en su concavidad el cielo estrellado e imitar los movimientos principales de la tierra, de la Luna y de los planetas en turno del Sol y en presencia de las estrellas, del modo tal que los alumnos llegarán al conocimiento directo e intuitivo de la constitución del universo»
Algunas curiosidades:
Mide 4,80 de diámetro.
En el borde aparecen los meses con sus días.
En el interior, el Ecuador, los puntos equinocciales.. Y mucho más. Una clase de lo más didáctica y emocionante.
¿Crees que está exacto y las mediciones son correctas? Qué te parece su estado de conservación y cromatismo?
Un panel explicativo en la pared del aula, despeja dudas para comprender mejor ese trocito de cielo sobre nuestras cabezas además de poner cara ¡y mérito! al genio que lo materializó.
¿Vamos?
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