La primavera ha llegado y qué mejor que esta magnífica pieza, para contagiarnos lo que significa, en su mejor versión.
   Aparecida en 1968, fue en origen parte del friso de un edificio de la Córdoba augustea, ¡capital de la provincia Bética romana! y después reutilizado como tapadera de un sarcófago ya en el s III d. C. dentro de la necrópolis norte de la ciudad (calle Abderraman III). Ese reciclaje boca abajo garantizó que hoy luzca tan impecablemente bien conservada.
   Este friso con guirnalda, se considera de importación, seguramente realizado en talleres centroitálicos, ¿sabes por qué se cree, de que noble material está realizado?  ¿Y cómo llegaría transportada a Córdoba?
   Aquí solo un detalle, el completo (en nuestro museo arqueológico) tiene 120 cm de largo, 55 de alto y 85 cm de espesor.
   Vemos bellotas, piñas, adormideras y  ¿qué más identificas? Es un abultado, jugoso y abundante despliegue de flores y frutos.😉 Sin miserias ni estrecheces…
    Expresa, fíjate bien, la confortable prosperidad, en definitiva, esa exuberante y tranquila felicidad que regalan etapas gloriosas como fue la de la Pax Augusta, una «belle epoque» que el arte de este periodo pregona y más, desde Córdoba, que era una Roma a pequeña escala. Puro marketing, a que si??
   ¿Te evoca al Ara Pacis, verdad? Por algo será!
    Es perfecta para anunciarnos la primavera, pues marzo marcaba el comienzo del año, mes propicio desde antiguo como símbolo de fertilidad y también para iniciar empresas con buen augurio, por algo estaba dedicado al dios Marte.
   Que esta primavera nos traiga paz, seguridad, bienestar cívico y una bien organizada administración, estabilidad política (como lo hizo la Pax Augusta), además de motivarnos para emprender proyectos sanos, respetables y honestos. ¿Te apuntas?