Este literario muro no está en nuestra Córdoba, sino en Sigüenza; pero tenemos en común a su autor, el vasco Pío Baroja. Curioso, verdad? esta ciudad de la provincia de Guadalajara le inspiró esta dedicatoria y sus vecinos se lo graban en gran formato y a pie de calle. ¡Bonito agradecimiento!
Córdoba no se queda corta. La visitó varias veces, – una de ellas en 1905 – y le causó profundo impacto, en positivo y también en negativo en algunos aspectos.
Su inmersión a fondo en la ciudad, su ambiente, con todo lo que ella conlleva, de callejeo, recabar testimonios sobre el terreno de cerca (dónde mejor) unido a su afán investigador, como cronista, su agudo sentido crítico y capacidad de observación… dio fruto en la » la feria de los Discretos».



Te animamos a descubrirlo en la ruta donde una Córdoba insólita se abre paso y no te dejará – a través de pasajes escogidos – nada indiferente!


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