Nuestra Mezquita Catedral es mágica a más no poder: guarda secretos inesperados que dicen dan buena suerte. Como éste. Se llama Clypeaster, y es un erizo de mar, su caparazón fosilizado para ser exactos!! , que vivió por estas tierras allá por el Mioceno, hace como once millones de años,
arriba o abajo
.


Hoy sobrevive incrustado en uno de los sillares de nuestro más emblemático monumento cordobés.


Esta «Estrella de los Deseos» es todo un reclamo. Ya sabes, puedes tocarlo mientras le pides un deseo, eso sí, haz el ritual
con suavidad, respeto y cuidado, vaya a ser que tu petición se vuelva contra ti. Buena suerte!! 





Un bendito regalo de la naturaleza.

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