¿Sabes que este cordobés es uno de los pocos que tiene dos placas en nuestra ciudad?
    Seguro que además de por su condición de insigne, tiene que ver quien impulsa este doble reconocimiento, la Real Academia de Córdoba, a la que ingresó en 1841, con 27 años, llegando a ser su Presidente.
    Un merecido acto de gratitud.
    La leemos: en esta casa nació, pero ➡️ ¿donde está la otra placa y qué dice?
  Pista: Cerca de la plaza de la Corredera.
    Además a esta calle le han dado su nombre, Francisco de Borja Pavón. No se puede pedir más, eh?
   ➡️ ¿cuál fue su nombre anterior? En ella, a un paso de la preciosa iglesia de la Magdalena -que ya sin culto, está tremendamente activa como espacio cultural – ocurrió un terrible episodio en 1808 ante la desesperación por la invasión napoleónica a la ciudad, -protagonizado por uno de sus vecinos -, que tuvo fatales consecuencias. ¿Sabes a qué nos referimos? Ningún panel cerca lo refiere, pero en ruta afrancesada, sí que lo contamos
    Nuestro protagonista, que vivió 90 años, fue un polivalente erudito, además de farmacéutico, amante de las letras y gran viajero. Su biblioteca superó los 3.500 volúmenes. Muchos los donó en vida. Fue uno de los fundadores, en 1849, del Diario de Córdoba.
    Nombrado también Cronista tanto de la ciudad como de la provincia (que se dice pronto!) y en 1891 Hijo Predilecto, llegó a ser, aunque por un año – hasta 1897 -, director de nuestro Museo Arqueológico.
    Vaya currículum ¿verdad?
    Te desvelamos todas las dudas en ruta, ¿te vienes??
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(Txt: Victoria FdeM.Izaguirre)