Como éste hay bastantes más, originales, diseminados en numerosos rincones del casco histórico, y ya si contamos los que habitan casas de patio y señoriales… ¡perdemos la cuenta!!
Aquí está soportando carros y carretones, miradas curiosas, otras que pasan de largo y ¡si hablara! ¿verdad? Resiste dignamente, elegante, y además parece hacer suya la frase grafiteada a su lado. 

Muy cerca, en la calle Almanzor, otro ejemplar (lo que queda de él
). Incrustado en el muro encalado, más maltrecho, deja ver que es «de avispero», y por lo tanto califal, andalusí, muy posterior. 
¿Conoces algún otro? 
Danos las coordenadas, por favor. A pasear Córdoba con esta buena excusa!!
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