Calle Junio Galion

Este pasaje con nombre propio, abierto por el Ayuntamiento en 1965 para conectar –atravesando, cuan ancha era, la muralla que discurría por este punto – las calles san Eulogio y san Fernando, fue definitivamente recuperado para el trasiego peatonal, tras varios años cerrado, en 2007.
De quien se trata? Ahí van algunos datos que le hacen mínima justicia:
Nacido en Córdoba en torno al 4 a.C. fue el PRIMER HIJO de los 3 del matrimonio formado por Helvia Albina y Marco Anneo Séneca, conocido por “el Viejo”, “el Rétor” o “el Retórico”. Después nacieron Lucio Anneo Séneca (el gran filósofo y preceptor de Nerón) y Marco Anneo Mela (padre del poeta Lucano). Según señala la tradición tenían su casa familiar en las inmediaciones, no en vano está a un paso la evocadora plaza de Séneca que da fe. Dedicadas a Lucano, su sobrino, encontramos, bien cerca, calle y busto, también discreto como esta vía, a pesar de su eminente legado ¿sabes donde?…Llégate a la plaza Jerónimo Páez. Séneca es el más ampliamente referenciado, llevando su nombre calle, centros educativos, varias esculturas, – dos a pie de calle, otra, realizada por Mateo Inurria , expuesta en nuestro museo de Bellas Artes. Así que nuestro personaje no está solo, sino bien arropado y rodeado por otros miembros de la saga Annea. Quien más nos falta? Encuéntralos a todos.

La ciudad ¡Qué menos! demuestra su admiración y rinde en el callejero y con referentes urbanos de categoría un merecido homenaje a esta insigne familia con quien tiene una eterna deuda de gratitud.
Su verdadero nombre era MARCO ANNEO NOVATO: te invitamos a que indagues hasta qué punto equivalen los trianomina, la onomástica de todo ciudadano romano de la época, con nuestra actual secuencia de nombre y apellidos. En su caso “Novato” como su apodo (cognomen), posiblemente le vendría por ser el primogénito. Pero pasó a llamarse MARCO JUNIO GALIÓN al ser adoptado (lo que en la cultura romana permitía transmitir a alguien apreciado el patrimonio familiar, pero no implicaba romper lazos con la familia natural) por el gran amigo de su padre el literato Lucio Junio Galión “el Declamador” en cuya Escuela de Retórica y Elocuencia destacó desde muy joven.
De nuestro personaje, el único cordobés citado en la Biblia, autores clásicos de la talla de Tácito, Plinio, Dión Casio se refieren concreta y directamente a él en sus escritos, pero sobre todo lo conocemos a través de su hermano Séneca que nunca le perdió la pista y con quien mantuvo una interesante correspondencia toda su vida.
Siendo adolescente, hacia el 14 d.C., marchó a Roma, convertido ya en un prometedor orador. Allí hace carrera política: llegó a ser senador, después cuestor – ¿qué cargo público sería su homólogo en nuestros días, teniendo en cuenta las funciones que desempeñaba en cada uno? – y por el historiador Plinio sabemos que fue cónsul antes que su hermano Séneca y que viajó a Egipto para curarse de tuberculosis. Hacia el año 41 se casa y tendrá una única hija conocida, Novatila.

Nos situamos en Grecia: En el año 52-53 d.C., con Claudio en el poder, – lo fechamos gracias a un fragmento de carta de este emperador dirigido a la ciudad de Delfos donde se lee “Galión, mi amigo y procónsul de Acaya – esta ejerciendo como Procónsul de esa provincia gobernada por el senado Romano cuya capital era Corinto. Avalan esta dato la inscripción “Galión procónsul de Acaya, gobernador de la ciudad” hallada en Tesalónica -expuesta en el Museo Británico de Londres-, y, desde luego, la lectura de los HECHOS DE LOS APOSTOLES:
Al poco de ocupar su cargo es llevado a su presencia un ciudadano romano, natural de Tarso, llamado Saulo, – más conocido por Pablo tras su conversión -. Pablo llevaba año y medio predicando con gran éxito sumando muchos gentiles y judíos que abrazaban la nueva fe cristiana. Molestos los judíos esperaban alterados una ocasión para ir contra él y llevarlo al tribunal: La llegada de Galión, y su presumible inexperiencia como funcionario recién llegado, parecían la ocasión perfecta a aprovechar.

“mientras Galión era procónsul en Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal diciendo: “contrario a la ley éste persuade a los hombres a otra manera de adorar a Dios. Como juez que era Galión, San Pablo compareció ante él; pero el cordobés interrumpió al apóstol a poco de iniciar su defensa en estos términos: «Si acusarais a este hombre del alguna iniquidad, o grave delito, yo os oiría conforme a mi obligación. Pero siendo sólo cuestiones y controversias de nombre, y sobre vuestra ley y religión, a vosotros os pertenece el resolverlas. Yo no deseo ser juez de semejantes disputas». “y con eso los despidió del tribunal” (Hechos de los Apóstoles, cap. 18:12- 17)

Si con su veredicto Galión hubiera dado la razón a los acusadores, su decisión como procónsul habría sentado precedente significando que sobre Pablo habría caído implacable el peso de la ley romana, el cristianismo se habría declarado relligio ilícita, siendo los seguidores de esta nueva fe perseguidos por pertenecer a un culto ilegal y quedando así detenida su expansión. Al desestimar la acusación “por estar fuera de la jurisdicción romana”, Galión salvó la vida del santo: con su decisión cambió la historia universal. ¿por qué la tomó? ¿qué fue de san Pablo, a partir de este momento? y se conocieron Séneca y san Pablo, se ve esa huella o influencia en el pensamiento estoico?
Echando atrás en la citada fuente bíblica ya el Señor había avisado a Pablo de que le protege y está a salvo: “Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad”. (Hch.18:9-10)

Junio Galión que además escribió varias obras de Física, Botánica y Ciencias Naturales, debió tener personalidad sencilla y carismática. El poeta Estacio Papinio destacó de él «la dulzura, o suavidad de su estilo, o de su trato» y Séneca, en sus Quaestiones Naturales (IV, Praef. 9 ss.) se refiere a sus cualidades humanas diciendo de él «Aquel a quien se le amaba poco cuando se le amaba cuanto amarse puede, era extraño a todos los vicios, y además aborrecía la adulación» (…) y añade que era «despectivo con la ostentación, afable, y sencillo en modales, con un carácter dulce y simpático que nada revelaba en él artificio ni afectación.. así como su prudencia y perseverancia en evita un mal inevitable… (Y continua)
Tras abandonar poco después Acaya – debido a unas fiebres (Séneca, epístola 104) – vuelve a Roma donde la dinastía cordobesa de los Anneos cae víctima de las represalias del gobierno de Nerón, y tuvieron la misma forma de morir, obligados a suicidarse. Aunque se ignoran la forma y el momento exacto, fue hacia el año 65 o 66 d.C., un año después que Séneca y al lado de su hermano Mela.
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