En la calle Lineros, 26 encontramos este homenaje a Ricardo Molina. Nacido en Puente Genil, con 8 años, en 1925, su familia se trasladó a Córdoba. A pesar de su temprana muerte, en1968, con solo 51 años, su legado es imborrable. Licenciado en Historia, ejerció como profesor en nuestra ciudad, será miembro de la mejor generación de poetas cordobeses, alma de la revista Cántico fundada en 1947 y colaborador en el diario Córdoba bajo el pseudónimo de Eugenio Solís.
¿Has leído alguna de sus poesías? «Corimbo», «la casa», «a la luz de cada dia» o «elegías de Sandua» son algunos de sus títulos. Versos anclados a la vida y la naturaleza.
A él se le ocurrió, afortunadamente, crear el Concurso Nacional de Arte Flamenco en Córdoba.
Los 4 rasgos urbanos que, para él, definen la ciudad son: los patios, torres de sus murallas e iglesias, Triunfos de San Rafael y las plazas.
¿Estás de acuerdo?
En su libro «Córdoba en sus plazas» (1962) comparte esta definición: «Córdoba es ciudad de callejas y plazas recónditas, ungidas por aromas de limoneros y silencio de siglos; callejas encaladas o doradas, limpias, fragantes, partidas por la sombra y el sol en violento contraste de luces».
Muy pronto, otro de sus puntos de vista.
Ahora que estamos en pleno festival de patios es buen momento para localizar su casa en una calle con tanto oficio dentro de un barrio con una personalidad histórica tan marcada por comercial, bulliciosa y dinámica.
¡Va por él!

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